QUERIDO AMIGO IMAGINARIO...

Levántate, esta mañana hace sol, mira lo bella que eres, lo maravillosa que estás, y grita mil veces a un espejo ''yo puedo''. Y es cierto, tú al igual que yo, puedes con todo. ¿Recuerdas a tu amigo imaginario? ¿Recuerdas esa pequeña vocecita en tu cabeza que te decía lo mucho que debías demostrarle al mundo lo valiosa que eres? Yo si me acuerdo, y vengo a recordarte a ti, sí, a ti, que eres especial, que tienes que contar con los dedos de una manita tus frustraciones, pero debes volar muy alto y jamás contar tus sueños, tus metas, tus éxitos; porque éstos, serán incontables.

Cada vez que sientas pena, mírate, mira hacia tu pasado, ¿ves el camino? ¿qué tal están tus zapatos? ¿Se han roto? ¿Te han lastimado los pies? Ahora quiero que mires al futuro, ¿Ves? Hay zapaterias para comprar unos nuevos zapatos, zapateros que te arreglarán tal vez los tuyos, y si por un casual el pasado ha lastimado tus pies, recuerda que las vendas son la mejor opción para la cicatriz de tus raíces heridas.

¿Cuántas personas han dejado la cena a medias? O mejor dicho... ¿Cuántas no han puesto ni la mesa? Y ahora te preguntaré... ¿merece la pena esperar a esas personas? No, claro que no. Uno decide las veces que ama, a quien y el por qué. Que nadie decida por ti. Querida princesa , ¿cuántas veces no te has puesto ese vestido que tanto te gusta por no llamar la atención? O tú, chico, ¿cuántas veces no has podido hacer ''x'' cosas, por el que dirán?

Que los estereotipos no deben marcar tu vida, que tú eres la mejor versión de ti, que no importa si quieres saltar por la calle como lo hago yo, y que no importa si bailas bajo la lluvia, que no necesitas la aprobación de nadie para no seguir la línea recta, que tus sueños e ilusiones son los que te hacen estar aquí, estar feliz, estar vivo.

En una época lejana, nuestros demonios internos decidieron esconder lo más valioso que tenía el hombre, ''la felicidad'', la escondieron tan dentro de nosotros, que nos pasamos la vida buscándola fuera. Buscamos el amor, para ver si la dependencia nos hace menos vacíos. Nos vamos de viaje, tan solo para crear un falso currículum de visitas. Compramos artilugios pasados de precio, a ver si llenan la depresión interna que sentimos. Pero ninguno de nosotros se había dado cuenta, que la felicidad está ahí, en ese espejo, en esa parte dormidita de nuestro cerebro, esa que nos hace levantarnos cada mañana con el deseo de volar, soñar, crear, imaginar, porque de eso se trata nuestro futuro... De no seguir la línea recta. Así qué, querido amigo imaginario, gracias por despertar la felicidad dentro de mi, por hacerme llorar riendo, por enseñarme como arreglar mis zapatos, como momificar mis heridas, y como sentir la libertad de poder abrir mis alas y llegar a tocar esa capa blanca que envuelve la tierra. Ahora sé que mi mente está más en las nubes, y la felicidad, es el modo de vivir mi vida.